
“Fuiste y serás siempre el mejor hijo, esposo, padre, abuelo y amigo, ahora el mejor ejemplo a seguir; Dios mandó por ti, te llevó para estar con Él, no pudo esperar para disfrutar de tu presencia, pero nos dejó tu recuerdo que vivirá por siempre en nuestros corazones, alimentando la esperanza de un día volverte a ver. Aunque estés lejos de mí, siempre estarás en mi mente. Nunca serás mi pasado y siempre serás mi presente. Gracias por ser mi pedacito de cielo".