Aunque tu ausencia dejó un gran vacío en nuestro hogar, damos gracias a Dios por un ser maravilloso que nos llenó de tantas alegrías y por disfrutar de un padre ejemplar. Papito te fuiste dejando en nuestra memoria la imagen de un excelente padre, esposo y abuelo, rogamos al Todopoderoso que acoja tu alma en el cielo, y nos permita continuar practicando tus enseñanzas. Que Dios te bendiga papá, nunca te olvidaremos, te llevamos en nuestros corazones. Su esposa Blanca Irene Luna, hijos y nietos, invitan a la eucaristía que se oficiará en la Catedral de San Pedro el 24 de diciembre de 2009 a las 6:30 p.m., para conmemorar el Primer Aniversario de su sensible fallecimiento.
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