Aunque la muerte pertenece a la vida, es doloroso saber que aquellos que amamos ya no están; pero su alma y lindos recuerdos vivirán siempre en cada uno de nosotros, porque fuiste la mejor esposa, madre, abuela y amiga, nos brindaste y nos enseñaste valores para dar amor.Solo nos satisface saber que Dios te haya acogido en su misericordia.
Por tu alma bondadosa y caritativa, hoy unidos damos los agradecimientos por la solidaridad recibida a todos aquellos que en diferentes formas compartieron con nosotros este dolor.
Para orar por el eterno descanso de su alma, se oficiará una Santa Misa que se celebrará en la Capilla de San Francisco, el próximo 25 de marzo a las 6:30 p.m, invitan y agradecen su asistencia, su esposo José Joaquín Cabrera, hijos, nietos y demás familiares.
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