
“Al recordar tu partida es inevitable sentir algo de tristeza y es que tú has dejado un vacío en nuestros corazones que no se puede llenar porque eres único e irrepetible, pero nos consuela saber que algún día todos nosotros nos encontraremos de nuevo en la presencia de Dios”.
Los familiares expresan agradecimientos por el acompañamiento a este acto de fe.