Por su asistencia a este acto de piedad, quedamos altamente agradecidos su esposa Alicia Lenis, hijos y hermanas.
“La vida de los que creemos en Ti Señor no termina… se transforma y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en tu morada”. “No se muere cuando el corazón deja de latir, sino cuando los recuerdos dejan de existir”.